domingo, 16 de mayo de 2010

HABLANDO A SOLAS

Basado en hechos reales, muy reales.

Sentado frente a mi computadora busco escribir las palabras exactas para expresar lo que no me atreví a decir cuando podía respirar de tu sonrisa en aquellos días donde mi silencio gritaba tu nombre. Que complicado es contarlo, y no porque no lo recuerde, sino porque cuando cierro los ojos y miro hacia atrás, allá, en aquel tiempo y espacio donde tú existías, me invade la nostalgia, me tiemblan las manos y mi piel empieza a volar.

Miro hacia la calle a través de la ventana, y te veo cruzar la calle lentamente, quizás rápidamente. Ahora sé que no eres tú, es mi callado corazón que late al ritmo de tu sonrisa. Y mientras siento tu presencia acercándose, busco en mi mente la mejor forma de mirarte: “¿Que te digo?”, “¿Sonrío?”, “¿Hablo contigo?”… Tantas preguntas sin respuestas. Tanto por hacer y decir… Al final sólo se me ocurre un frío “hola, como estas”. Cuando pude haber dicho con una sonrisa dibujada en mi rostro: “¡HOLA!, ESTÁS MUY LINDA, COMO SIEMPRE”. Pero no, simplemente de mis torpes labios salen palabras, más no emociones. En realidad solo quise que vieras eso, pues detrás de ese frío hola, había un beso escondido, que quería escaparse y abrazar tu alma.

Dices, (en estos momentos, imagino tus suaves manos en un frío teclado de computadora escribiendo tus respuestas a través del bendito o maldito MSN, único medio para comunicarnos hoy…), que me atrevo a expresar lo que guardé por mucho tiempo porque de alguna manera te liberaste al dar ese primer paso y contarme, lo que por cierto, en aquel tiempo también callaste. Aunque sé muy bien que fui yo quien guardó más silencio.

En este lugar, donde crees que una computadora te roba mi atención, aislado del mundo, indiferente con los demás, pero no contigo, léelo bien, NO CONTIGO, tan solo es un disfraz que cubren mis latidos, aún más fuertes e intensos cuando siento tus labios en mí rostro, en mis venas. Y la habitación se ilumina con tu voz. No sé como escapar de ti, no se como acercarme a ti, en realidad, no sé que hacer. Me quedo quieto, tal ves así no te des cuenta de mi sonrisa que delate lo que quiero decirte: “¡ME ENCANTAS!”. No creo que hayas alcanzado a oírme, pues no lo dije con palabras, lo dije con mi silencio. No me entiendes, será por eso que no oyes lo que realmente siento. No es que no quiera mirarte, es que sé que me perderé en tus ojos. No es que no quiera hablarte, es que sé que me refugiaré en tus labios. No es que me incomode tu presencia, es que sé que deseo abrazar tu esencia. No es que sólo le preste atención a la computadora y no a ti, lo que pasa realmente es que en ella guardo una fotografía tuya que no me canso de mirar, y un verso que escribí mientras dormías para leértelo cada día.

Son casi las 4 de la mañana de un domingo que aún no veo, y sigo frente a la computadora y frente a mis recuerdos donde tú eras la protagonista. Sonrío en compañía de aquella canción que nunca pude dedicarte y que no sé si deba hacerlo hoy. Soy consciente de que ya no tengo derecho.

Hoy es otro día. Hoy es el amor después del amor. Hoy eres una fotografía que nunca estuvo en mis días, nunca pude detener el tiempo y el tiempo nos cambió. Comienzo a sentirme desierto y recuerdo parte de una canción que hoy cobra importancia: “…Sería tan fácil fingir que te volveré a ver, sería tan fácil vivir con la mirada hacia dentro…”. Mis manos tiemblan, mi mente aún piensa en ti.

Hoy es otra noche muy distinta de aquel día que por PRIMERA vez me dijiste “hola”, y besaste mi mejilla con tus suaves labios. Hoy es otra noche muy distinta de aquel día que por ÚLTIMA vez te tuve frente a mí y volviste a besar mi mejilla con tus suaves labios. Esta vez… para no volver a saber más de ti.

En otra vida será, quizás en otra vida.

miércoles, 12 de mayo de 2010

LA SONRISA DE LA LUNA

Camino de la mano en la oscuridad con la luna, sus dedos son frágiles y tristes como el día de hoy. Nos sentamos a tomar un café junto al mar, ese mismo mar que inunda nuestras vidas. Le susurro al oído lo bonita que es. Sonríe con delicadeza, siempre lo hace. No se cuantos cafés vamos, son tantos en tan poco tiempo, tantos que olvide el sabor de aquella tibia taza.

Ella sonríe de manera seria. Se puede ver la tristeza en sus rosados y tiernos labios, aún más, cuando evita mirarme. Malditos los minutos que nos rodean asfixiando nuestros pulmones tanto como cuando sientes los labios de ese amor que no es amor.

Mírame y piérdete conmigo en el amanecer, regálame tu sonrisa, yo te obsequio una fogata en el infinito. Su rostro pálido se alimenta de las estrellas nacidas del silencio, y aprieta su mano contra sus ojos azul espacio. Vuelve a sonreír con delicadeza, siempre lo hace. Ella no se da cuenta, pero acaba de golpear mi vida con sus ojos de diamante. Fuera de órbita respiro. Mi alma flota. Mis pies descansan. Su sonrisa congela mi pasado, me viste con su piel cósmica. Acaricia mi rostro. ¡CARAJO! Nadie me perturba como tú lo haces…

No se cuantas tazas de café van, no se cuantas. “Es hora de irnos”, dice con timidez. “Hace frío”, maldición, es cierto, hace frío. No importa, sólo su voz importa, tan sólo su ATMOSFÉRICA VOZ. Se suelta de mis manos, y se va sin que yo pueda evitarlo, se va. De pronto gira y corre hacia mí. Escribe su número en mi alma para poder llamarla. Y una vez más sonríe con delicadeza, siempre lo hace. Y se vuelve a ir cada vez más, cada vez más. La observo subir lentamente, saltando de estrella en estrella hasta perderse en las nubes. Cierra sus ojos y se va a descansar… Y se fue, y me fui.

Desde aquel día, desde aquel café, desde aquel mar, le escribo un poema cada noche para enamorarla aunque ella no lo sepa.

CADA NOCHE

Quiero que mi vida se detenga un segundo para respirar de verdad. Necesito que la muerte se presente en mi puerta, verle el rostro y preguntarle: “¿Disfrutas tu trabajo?”. E imaginar la respuesta en sus labios: “Cada noche, desde que dejaste de creer”.

UNA VOZ EN MI OIDO ME ATEMORIZA EN ESTA NOCHE DE OLVIDO CUANDO POR FIN COMPRENDO LO QUE ES SABER SER


Estoy aquí,
Estoy aquí,
Estoy aquí,
Aún cuando ya no existo.

lunes, 10 de mayo de 2010

EN ALGUNOS ESPEJOS NO HAY REFLEJOS

Paseando en mi mente, como casi siempre por rincones, además de oscuros, débiles, nostálgicos, inútiles, estúpidos, en fin, tan sólo rincones, encontré un motivo para no mirar en ninguna dirección que no sea la que esta frente a mi sonrisa más real. Aquella sonrisa que nunca antes pude conseguir despierto en un fin de semana y en cada noche cuando me miraba al espejo sin obtener un reflejo de las palabras que escuchaba por las mañanas cuando los sueños dejaban de ser sueños para convertirse en respuestas que nunca tuvieron dueño. Como aquellas fotografías vacías: sin imágenes, sin personas ni lugares, sin recuerdos ni melodías. Menos una sola puta razón para describir emociones sin piel que las cuide o al menos “intente” cubrirlas en los días cuando no sabes amar… Es como pretender que una cicatriz viva en la piel de alguien si antes no latía una herida ahí mismo, IMPOSIBLE. ¡Mierda!, no sirves y nunca servirán tus excusas cuando no tienen final y un reflejo que demuestre que lo sientes (lo que sientes).

Paseando en mi mente sin rincones, encuentro mi reflejo dormido junto a la embriaguez y la suciedad en un callejón sin estrellas; descansa sobre vidrios que a duras penas brillan en el atardecer. Respira de lo ajeno, transpira del desierto, bebe de la noche, se alimenta de la Luna. Me acerco a él. Me envuelvo en él y lo atrapo para siempre. No puedo creer que haya pasado tanto tiempo. Como pude abandonarlo. No puedo creer que siempre estuvo ahí, al alcance de mis ojos. Sólo necesitaba dejar de ser, oír una canción en silencio y verme en el espejo correcto.

domingo, 9 de mayo de 2010

CAMILO ESTA ENAMORADO... DIFÍCIL DE CREER

Camilo esta enamorado. Es difícil creerlo. Que un anciano de 90 años este enamorado. Él insiste, y me repite una y otra vez: “¡Estoy Enamorado!” Su voz insistente me convence… y sonríe más tranquilo. Sonríe pero no conmigo, él está ciego, completamente ciego (hace más de 10 años que lo está). Entonces comprendo que él sonríe porque, a pesar de su edad, mantiene fresco el recuerdo de aquel amor que nunca fue amor. Me atrevo a imaginar que esa es la razón.

Camilo está enamorado. Cierra sus párpados lentamente para abrigar su triste vacío. Por segunda vez y con más claridad escucho su voz. Es como la de todo hombre que esta enamorado (supongo). Voltea su débil cuerpo sin ayuda de nadie hacia la ventana para sentir el sol de la mañana. No tiene idea que estamos en invierno y lo que él cree que calienta sus frágiles huesos es el sol, no es más que una vieja lámpara que reposa en una mesita de noche que tiene tantos o muchos más años que él, posiblemente desde que este viejo lugar abrió sus puertas y comenzó a recibir personas como él, esas mismas que ya no le sirven al mundo.

Camilo se ha enamorado. “¡Estoy enamorado!” Vuelve a pronunciar, levantando su mano con mucho trabajo y señalando hacia el vacío. Quien soy yo para contradecirlo y borrarle la sonrisa de su rostro y destruir sus sueños de juventud. Para mí siguen siendo sólo desvaríos propios de su edad. Le pido que se calme, que le creo, porque también se lo que es estar enamorado (pero esa es otra historia). Más calmado me pregunta mi edad. “30 años”, le contesto. Entonces se olvida de su sonrisa y muy serio me replica: “A tu edad estoy seguro que no tienes la más mínima idea de como amar a una mujer, yo tengo 90 y aún no termino de aprender”…

Me gusta cuando…
Cuando te arrancas el rostro,
Te quitas los dientes,
Y te meces por dentro,
Porque podrías morir si lo haces sola.
Te veo probar y miro tu rostro,

Y sé que estoy vivo.
Tus estrellas fugaces desde el barril de tus ojos,
Me vuelven loco,
Me vuelven salvaje.
Me gustas cuando…

Cuando lo haces real,
Coge el teléfono en tu cuarto,
Detén la cinta que continuaré.


Podrías intentarlo si piensas que me voy a demorar.
Te veo probar y miro tu rostro,

Y sé que estoy vivo.
Tus estrellas fugaces desde el barril de tus ojos,
Me vuelven loco,
Me vuelven salvaje.
Cada vez… cada vez que lo pruebas



Es un hermoso viaje…



Canción: BEAUTY SCHOOL
Letra: DEFTONES
Álbum: DIAMOND EYES