domingo, 21 de marzo de 2010

LEJANA MADRUGADA


Cierro los ojos en una noche tan clara, como la sonrisa en tu piel, y recupero imaginariamente tus labios de alcohol que me besaron aquella lejana madrugada en aquel lugar donde nos hacemos tan pequeños como la arena en nuestros pies, abrigados sólo por estrellas y nuestros ebrios corazones que respiraban de la brisa azul que se estrella en el marrón de una casa sin techo que nos cubre de la lluvia que nunca existió, aunque prefiero imaginar que llovió, así, completo el cuadro está: Tú, el mar, la luna, las estrellas, la lluvia y aquella lejana madrugada… en ese orden de importancia.Abro los ojos en esta noche clara y oscura, y recuerdo con más nitidez nuestros pasos en la oscuridad de las olas. Mis pasos tartamudos de tanta indecisión, tus pasos descalzos, al fin y al cabo nuestros pasos que no dejan espacio entre tu y yo, ya no hay donde correr, no hay donde esconder más mis emociones en aquella lejana madrugada, donde solo se escuchan los murmullos de las olas y se siente a lo lejos una que otra luz que viaja bajo aquel cielo de diciembre.En aquella lejana madrugada cerré los ojos para besarte, y cierro mis ojos en este momento, así, nada distraerá los recuerdos de aquel primer beso que dibujé en tu negra cabellera impregnado del aroma de aquel mar que aún está ahí, pero que ya no es el mismo.Aún así, en aquella madrugada, juego con mis manos en la arena tratando de encontrar tus manos ocultas bajo la gracia de tus labios que se posan en el mar en que se convirtieron mis labios de tanto respirar de tu aliento que endulza el aire tan salado que nos rodeaba y que conservo en las huellas que el mar no pudo borrar.Sentados en el frío y en la oscuridad de la arena, el mar no nos alcanza, más el tiempo tan cruel y mezquino nos lleva la delantera y nos despierta con un golpe sobre las venas azules de nuestros recuerdos; es hora de partir, es hora de dormir, es momento de despertar y sólo soñar con el ayer de aquella lejana madrugada de aquel diciembre, en aquel mar, con aquellas estrellas, con aquella lluvia, con aquella luna, bajo aquel cielo, y con aquel comienzo de aquella historia de chiquillos enamorados.Gracias por hacerme saber que tienes el más hermoso recuerdo de aquel instante entre Tú y yo.

0 comentarios:

Publicar un comentario